Hace ya una semana que llegó la primavera. Sí, ya sé que no se ha notado mucho, pero es que ella es así, una estación muy inestable. Lo mismo le da por hacer un sol del copón que por tener en jaque a todo el país con alertas en 21 provincias por frío, viento y nieve. Tal vez no le siente muy bien eso de ser una estación de transición, estar siempre a la sombra del verano, ser una “segundona” y ande un poco cabreada, de ahí que nos mande su mala leche en forma de frío. Esperemos que se le pase pronto y nos regale un poquito de sol y buen tiempo (aunque las lluvias no están de más, siempre con moderación, por favor).
La primavera es momento de cambio, y al igual que vamos
dejando atrás la ropa abrigosa y vamos dando paso a la ropa ligera o de
entretiempo, lo mismo pasa en nuestras cocinas. Vamos dejando las comidas más
consistentes para dar paso a comidas más ligeras, más digestivas, más
veraniegas, ¡perdón!, primaverales. Y no digamos ya si nos da por poner en
marcha la “operación bikini” (Chic@s, ahora o nunca, que luego ¡nos
pilla el toro!).
En casa siempre acompañamos, sea invierno o verano, la comida
del mediodía con una buena ensalada, y lo mismo nos pasa cuando salimos fuera a
comer. La ensalada se nos hace imprescindible, y es una buena forma de poder
comer las 5 raciones de fruta y verdura al día que mandan las leyes del buen
alimentarse (aun así se nos hace difícil cumplir la premisa, nos faltan horas
para comer tanta fruta-verdura, al final nos tendremos que hacer vegetarianos).
A si que, para comenzar este blog de una manera sana, voy a
compartir esta receta (ejem, ejem... ¿receta?) de ensalada, que está muy rica y es una
buena opción ligera para acompañar cualquier plato.
Para
preparar esta ensalada de rúcula, parmesano y pera para dos personas vamos a
necesitar:
- Media bolsa de rúcula, o si la compramos en manojos, un par de manojos
- 1 pera (yo he utilizado una pera conferencia)
- Queso parmesano
- Aceite de oliva
- Vinagre balsámico
Lavamos bien
la rúcula y la dejamos escurrir. Mientras, cortamos la pera, una vez lavada, en
láminas muy finitas. Colocamos en un plato amplio la rúcula, los filetes de
pera y el queso parmesano rallado. Aliñamos al gusto con aceite de oliva y si
se quiere con vinagre balsámico. No recomiendo echar sal ya que estropearía
mucho la mezcla de sabores. Para dar un toque de color he añadido unos granos
de pimienta rosa.
En verano es
una buena opción poner la pera unas horas en el frigo antes de laminarla, y así
a la hora de comerla estará fresquita.
Y para
terminar, le dedico esta canción a la primavera, por ser esa estación del año
que nos deja el campo lleno de flores y las ciudades llenas de polen... aachííííssss!!!!!!!
¡Viva la primavera!
¡Viva la primavera!