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28 mar 2012

Ensalada de rúcula, parmesano y pera

Hace ya una semana que llegó la primavera. Sí, ya sé que no se ha notado mucho, pero es que ella es así, una estación muy inestable. Lo mismo le da por hacer un sol del copón que por tener en jaque a todo el país con alertas en 21 provincias por frío, viento y nieve. Tal vez no le siente muy bien eso de ser una estación de transición, estar siempre a la sombra del verano, ser una “segundona” y ande un poco cabreada, de ahí que nos mande su mala leche en forma de frío. Esperemos que se le pase pronto y nos regale un poquito de sol y buen tiempo (aunque las lluvias no están de más, siempre con moderación, por favor).

La primavera es momento de cambio, y al igual que vamos dejando atrás la ropa abrigosa y vamos dando paso a la ropa ligera o de entretiempo, lo mismo pasa en nuestras cocinas. Vamos dejando las comidas más consistentes para dar paso a comidas más ligeras, más digestivas, más veraniegas, ¡perdón!, primaverales. Y no digamos ya si nos da por poner en marcha la “operación bikini” (Chic@s, ahora o nunca, que luego ¡nos pilla el toro!).

En casa siempre acompañamos, sea invierno o verano, la comida del mediodía con una buena ensalada, y lo mismo nos pasa cuando salimos fuera a comer. La ensalada se nos hace imprescindible, y es una buena forma de poder comer las 5 raciones de fruta y verdura al día que mandan las leyes del buen alimentarse (aun así se nos hace difícil cumplir la premisa, nos faltan horas para comer tanta fruta-verdura, al final nos tendremos que hacer vegetarianos).

A si que, para comenzar este blog de una manera sana, voy a compartir esta receta (ejem, ejem... ¿receta?) de ensalada, que está muy rica y es una buena opción ligera para acompañar cualquier plato.




Para preparar esta ensalada de rúcula, parmesano y pera para dos personas vamos a necesitar:
  • Media bolsa de rúcula, o si la compramos en manojos, un par de manojos
  • 1 pera (yo he utilizado una pera conferencia)
  • Queso parmesano
  • Aceite de oliva
  • Vinagre balsámico
Lavamos bien la rúcula y la dejamos escurrir. Mientras, cortamos la pera, una vez lavada, en láminas muy finitas. Colocamos en un plato amplio la rúcula, los filetes de pera y el queso parmesano rallado. Aliñamos al gusto con aceite de oliva y si se quiere con vinagre balsámico. No recomiendo echar sal ya que estropearía mucho la mezcla de sabores. Para dar un toque de color he añadido unos granos de pimienta rosa.

En verano es una buena opción poner la pera unas horas en el frigo antes de laminarla, y así a la hora de comerla estará fresquita.

Y para terminar, le dedico esta canción a la primavera, por ser esa estación del año que nos deja el campo lleno de flores y las ciudades llenas de polen... aachííííssss!!!!!!!
¡Viva la primavera!